Novedades de Barcos / Liberty Kite: una semirrígida a vela es posible
Las semirrígidas a vela combinan la versatilidad de una embarcación inflable con el poder del viento para proporcionar una experiencia de navegación única. Estas embarcaciones son ideales para aquellos que buscan emociones en alta mar, ya que ofrecen un equilibrio perfecto entre estabilidad y velocidad.
Este sería una buena introducción a un artículo de una semirrígida a vela, pero ¿Realmente existen?
Velas de tracción para embarcaciones a motor
Desde hace años que el navegante francés Yves Parlier trabaja sobre el desarrollo de velas de tracción, similares a las velas de los kite surf, pero aplicadas a las embarcaciones: a través de la marca Liberty Kite, nos propone velas autoestables para las de recreo y a través de Sea Kite nos propone velas destinadas a las embarcaciones profesionales o mercantes. Podríamos decir que esta innovación es similar a la que introdujo en su día Citroën con el vehículo Traction Avant, el primer automóvil de gran serie que tenía tracción delantera en lugar de propulsión trasera.
Este equipo innovador nos permite tener una vela de respeto para en caso de una situación de emergencia en el mar, donde hemos perdido el gobierno por avería del motor. Pero también nos puede servir como sistema de propulsión principal, asociado con un pequeño motor fueraborda para entrar y salir de puerto.
Semirrígida a vela, ya es posible
Las embarcaciones semirrígidas son una variante de las embarcaciones inflables, que combinan un casco rígido con un flotador de goma. Y, por supuesto, podemos adaptar una vela Liberty Kite en una embarcación semirrígida.
¿Cómo izar una vela kite?
Para una semirrígida de 7.50 metros de eslora corresponde una vela de 20 m2 que viene en una bolsa y tiene un peso de tan solo 3 kg y puede ser instalada en cualquier embarcación.
Esta vela es autoestable, eso significa que tan solo necesitamos tener dos puntos de tiro en nuestra embarcación, que pueden coincidir con las bitas de amarre de proa en el costado de barlovento y popa en el costado de sotavento. Con una distancia mínima de 3 ó 4 metros entre los dos puntos de tracción es suficiente, y si tu embarcación no permite esta distancia puedes usar un tangón para ajustar la distancia necesaria.
Una vez amarrados los puntos de tiro en nuestra bita, podemos lanzar la vela Liberty Kite. La manera de proceder es dejando entrar el viento por la popa de nuestra embarcación (apopando la semirrígida) y liberar progresivamente la vela por la escota de barlovento (el costado a favor del viento), de manera que se hincha de manera natural, y progresivamente amollamos la escota de sotavento (por donde se escapa el viento). Una vez la vela esté hinchada, habrá que trimar (ajustar) la altura de la vela, a más altura más prestaciones obtendremos. Debemos tener en cuenta que el ángulo ideal de trabajo es de 45º respecto el plano del agua.
Para la estabilidad de la vela Liberty Kite es importante que las dos escotas estén lo más paralelas posible. Además, debemos tener en cuenta que la distancia entre los dos puntos de tracción esté lo más perpendicular posible al eje del viento aparente, es decir el que medimos en nuestra veleta (el viento que se crea como resultado del viento real con la velocidad y rumbo de nuestra embarcación)
Trimar adecuadamente la vela nos permite ganar velocidad
Podemos trimar las velas con las bitas de nuestra embarcación (haciendo ochos con la escota alrededor de la bita): siempre que dejemos un mínimo de tres vueltas la fricción es suficiente como para frenar la escota, así que recomendamos trabajar con dos vueltas de fricción y soltar progresivamente la escota hasta encontrar el punto óptimo de trimado. Para realizar esta maniobra con seguridad debemos tener los dedos lo más alejados posible de la bita y siempre trabajaremos con la mano plana. Sin embargo, si usamos nuestra Liberty Kite habitualmente nos resultará útil poder instalar accesorios como son una mordaza, un winche o un tangón para poder trimar correctamente y optimizar la máxima velocidad de nuestro barco.
Si la embarcación cae demasiado al costado de babor o estribor, necesitamos mover las escotas hacia la popa y moverlas a favor del viento nos ayudará a corregir el rumbo, pues la embarcación irá contra el viento. Por el contrario, si colocamos las escotas más hacia la proa y más cerca del viento nos permite alejarnos del viento.
Condiciones necessrias para navegar a vela
Desplegar la vela es posible a partir de 2 o 3 nudos de viento, sin embargo la fuerza del viento necesaria para obtener una navegación con mínimas garantías es de 12 nudos. Para obtener una velocidad de navegación alrededor de 5 a 6 nudos, necesitaremos un viento que esté entre los 15 y los 25 nudos de velocidad, es decir, una fuerza 5 o 6 de la Escala Beaufort.
Hay que tener en cuenta que las embarcaciones semirrígidas no tienen quilla ni orza, con lo cual la navegación en ceñida (entre 30º y 60º) o contra el viento no nos es posible. Tampoco nos resulta posible la navegación de través (entre 80º y 100º). Estamos limitados a navegar de largo o de popa (entre los 100º y los 180º), lo cual puede ser una limitación importante para navegar a nuestro rumbo, en este caso volvemos a la era de Cristóbal Colón cuando navegaban en veleros que eran como cáscaras de nuez y abatían, siendo su rango de navegación muy limitado a los vientos alisios para cruzar el Atlántico y a la dirección de los vientos de la costa.
Sin embargo, si instalamos una vela Liberty Kite en una embarcación con quilla corrida, como podría ser un Llaüt, una Menorquina, o una antigua barca de pesca, nuestras posibilidades de navegar en distintos rumbos aumentan. Y si instalamos esta vela en un velero, podemos llegar a ceñir a 55º en contra del viento. ¡Estos sí es una verdadera navegación a vela!
Arriar la vela es sencillo
Para recuperar la vela tenemos que realizar la maniobra inversa a la de lanzar. Para evitar que caiga en el agua, es recomendable realizar la maniobra entre 2 tripulantes, cazando cada uno en una escota de la vela. Sin embargo, también es posible recoger la vela un solo tripulante al estilo de un spinnaker, dejando libre una de las escotas (la de sotavento) y cazando de la de barlovento. En este caso, habrá que ser rápido para evitar que la vela flamee y pueda sufrir roturas. Con esta maniobra y viento ligero, es posible recuperar la vela sin llegar a tocar el agua. Una vez recuperada la vela, si está seca la podemos volver a guardar en el saco en cuestión de minutos.
En conclusión, es posible que esta solución sea más factible como sistema de propulsión de respeto para usarlo en caso de avería y poder continuar navegando, debido a que con vientos normales y una embarcación de cierto tonelaje de desplazamiento, las velocidades de crucero no superarán los 2 nudos. En caso de rotura de nuestro sistema principal de propulsión (vela o motor) o de quedarnos sin combustible, nos permite navegar hacia la costa con seguridad y seremos visibles para otras embarcaciones y para Salvamento Marítimo. Sin embargo, si hacemos un crucero como puede ser de la península a las Islas Baleares, podemos también usarla como un sistema híbrido de propulsión a motor y vela, reduciendo los consumos, permitiéndonos tener una mayor autonomía y sobre todo, ser más respetuosos con el medio ambiente.