Consejos / Compra de un Barco de Ocasión: Puntos Claves a Revisar para una Buena Elección
En el fascinante mundo náutico, la adquisición de un barco de ocasión puede ser una experiencia emocionante y gratificante. Sin embargo, para garantizar que esta aventura no se convierta en una pesadilla marítima, es esencial llevar a cabo una investigación exhaustiva y prestar atención a detalles clave antes de comprometerse con la compra. Tanto si buscas un velero como un barco a motor, aquí exploraremos los puntos cruciales que deben verificarse para asegurar una compra segura y satisfactoria.
Comprar un barco de ocasión requiere verificar su estado de conservación. Entre los puntos principales a comprobar, está el casco y la estructura, el motor, las velas así como toda la electrónica y equipamiento que encontramos a bordo. Para esto, lo más sencillo es que pidas al vendedor un inventario completo de la embarcación, para así poder verificar el estado de cada parte.
Para ayudarte, hemos creado este artículo a modo de inventario general, que lo puedes usar tanto en un barco a motor como en un velero, y te ayudará a no olvidar ningún punto importante a comprobar. Puedes adaptarlo a tus necesidades, añadiendo u obviando características en función del tipo de embarcación que estés interesado en comprar.
1. Inspección del Casco:
El casco es el esqueleto del barco, y su integridad es esencial. Los puntos importantes a revisar son el lastre y la quilla, el equipo de gobierno (timón, eje de la hélice, prensa estopas) y ánodos. Si realmente estás interesado en la compra, pide sacar la embarcación fuera del agua en dique seco y realiza una inspección visual minuciosa en busca de grietas, abolladuras o signos de reparaciones mal ejecutadas. Revisar los espesores te puede ayudar a encontrar las reparaciones. Comprueba en qué estado se encuentra la pintura de la obra muerta y la patente de la obra viva, mira si hay caracolillo y comprueba el estado de todas las salidas de agua (escape, aire condicionado, aguas grises/negras...).
Si la embarcación es de fibra, busca signos de osmosis (burbujas) ya sea en la obra viva como en el interior del casco. Un higrómetro es el instrumento que te ayudará a ver si hay humedad en el interior del casco. Los puntos donde más suelen aparecer son las comunicaciones entre el exterior y el interior (eje del motor, tomas de agua, escape del motor...).
Si el casco es de madera, es importante el calafateado y que el forro no esté podrido, así como comprobar las cuadernas, los baos y las varengas (el esqueleto). Las embarcaciones de acero son resistentes y fáciles de reparar, si hay alguna parte del casco en mal estado se puede cortar y soldar, pero hay que tener cuidado con el óxido, sobretodo en las uniones de las planchas.
En cambio, un casco de aluminio está más protegido contra la oxidación, pero a cambio es más difícil de soldar y por lo tanto, reparar.
Por último, no olvides verificar la integridad estructural, incluyendo la cubierta y la superestructura, para descartar posibles problemas. Podrías encontrarte con una embarcación a un precio atractivo, que haya sufrido por ejemplo una caída en el varadero y la hayan reparado.
2. Revisión del Motor:
El motor es el corazón del barco, y la parte más costosa de reparar o cambiar. Asegúrate de que esté en buen estado mediante una inspección exhaustiva.
A nivel exterior comprueba el nivel de aceite y busca fugas. Revisa el filtro de aire, que esté limpio. Verifica la corrosión, es importante que el motor tenga los ánodos de protección cambiados y en buen estado. Asegúrate de que el sistema de refrigeración funcione correctamente, revisa que la bomba de escape expulse el agua salada continuamente y que el intercambiador de calor del agua dulce con la salada tenga buena circulación. Aprovecha para mirar el color del humo del escape, si es muy negro significa que la combustión no es correcta (quema demasiado combustible en proporción con el aire) y es necesario revisar el sistema de inyección; si el humo es blanco significa que hay agua en la combustión (posible junta de culata en mal estado) y si el humo es azulado es símbolo que queme aceite en la combustión del motor (segmentos de los pistones en mal estado, o un posible desgaste de los pistones y las camisas). Comprueba que el sistema de combustible funcione correctamente, que los filtros estén cambiados y el agua decantada y finalmente comprueba el estado del tanque de combustible (que no haya gelatina, debido a hongos). Asegúrate que las correas de los elementos auxiliares estén en la tensión adecuada (normalmente tien un juego de 2 ó 3 centimetros) y no estén resecas (que no rompan al pinzarlas).
A nivel interno, puedes tomar una muestra de aceite y mandarla a analizar a un laboratorio el cual te indicará qué posibles desgastes sufre y el estado en que se encuentra la calidad del aceite (presencia de agua, metales...). Además, es recomendable medir las compresiones del motor, las cuales te darán una idea del estado de las válvulas de la culata y los segmentos de los pistones, sabiendo así la vida útil de este motor sin tener que realizar reparaciones costosas.
Revisa también los registros de mantenimiento preventivo para obtener una visión completa del historial del motor. Es importante que se haya hecho un cambio de aceite y filtros anual o cuando el número de horas de uso así lo recomiende, que los impelers también estén cambiados y los reglajes de válvulas hechos en función de las horas del motor siguiendo las recomendaciones del fabricante.
3. Evaluación de los Sistemas Auxiliares:
Los sistemas eléctricos y electrónicos son esenciales para la seguridad y la funcionalidad del barco.
Asegúrate de que todas las luces, interruptores, sistemas de navegación y equipos electrónicos estén en buen estado de funcionamiento: corredera, compás, sonda, plóter, radar, GPS, AIS, radio VHF, Navtex y comunicaciones satelitales son las principales.
Presta especial atención a las baterías, comprobando su edad y capacidad. Si son baterías con mantenimiento, revisa la densidad y los niveles de agua destilada, así como el interruptor principal corte la electricidad y seleccione la batería adecuada (las del motor y las de servicio). Comprueba que trabaje bien el cargador, ya sea el alternador del motor o si tiene paneles solares y/o aerogenerador. Si la embarcación dispone de convertidor/inversor eléctrico, comprueba que llegue corriente alterna de 220V-240V a los enchufes, así como alimente los equipos a 24V.
Aprovecha para comprobar el cuadro eléctrico principal y los auxiliares si los tuviera, que todos los diferenciales y térmicos, así como fusibles estén en posición "on". No olvides la toma de corriente con tierra, que distribuya la electricidad a bordo. Si dispone de sistema de gas, revisa dónde se ubican las botellas y que la válvula de cierre y apertura trabaje correctamente.
Revisa el buen funcionamiento de los mandos del motor, acciona la maneta en todas las posiciones posibles y asegúrate que no haya puntos duros. Enciende el motor y comprueba que el punto neutro esté la transmisión desembragada y que cuando ponemos avante la embarcación reaccione y avance, así cuando ponemos atrás inicie un desplazamiento hacia popa. Si el mando es por cable, asegúrate que está tenso y bien engrasado.
Comprueba el eje de la hélice que esté bien alineado (no haya desgaste irregular ni vibre con el motor en marcha) y que el prensa estopas trabaje correctamente (normalmente suele dejar entrar un mínimo de agua, que refrigera el eje).
Inspecciona también el estado de equipos auxiliares como la calefacción, aire condicionado, el servo del timón, la hidráulica, el sistema de agua dulce, el tratamiento de las aguas negras, el calentador de agua o la planta potabilizadora si los incorpora, pide al vendedor que los encienda y escucha que trabajen correctamente sin ruidos extraños.
Es importante también revisar los indicadores de los niveles de los tanques: aguas negras, aguas grises (si las tiene), combustible y agua potable.
No olvides levantar el suelo de la cubierta para comprobar en la sentina el buen cierre de la válvula de la toma de agua salada principal, así como si las dispone de otras tomas para bombas auxiliares. Comprueba los filtros que tiene cada toma de agua, que se puedan abrir y cerrar una vez la válvula esté cerrada y que estén limpios y sean estancos.
4. Verificación de la Estructura Interior:
Examina detenidamente el interior del barco, prestando atención a la calidad de los materiales, la condición de los muebles (el estado del barniz es importante).
Revisa los techos y mamparos, estén bien alineados y tengan la altura que indica según las especificaciones del modelo.
Comprueba todas las escotillas y ojos de buey, revisa si encuentras presencia de posibles filtraciones de agua.
Levanta el suelo de la cubierta y verifica el estado en que se encuentran las sentinas, si están limpias o con qué tipo de líquidos nos encontramos y de dónde provienen. Comprueba que las bombas de achique automáticas funcionen, puedes levantar el sensor para comprobar que la bomba funciona y suena la alarma.
Aprovecha para entrar en todas las dependencias interiores. Visita los camarotes y comprueba el cierre de las puertas y el estado de sus muebles, tanto exterior como interior, así como que los espacios estén libres de humedades en los mamparos o debajo de los colchones. El salón es probablemente el espacio donde más tiempo pasarás en familia o amigos, normalmente suele tener la cocina anexa y la mesa de derrota. Si el sofá es convertible en cama, pide al vendedor que te ayude a montarla. En la cocina, prueba los electrodomésticos, y comprueba que abren y cierran correctamente los cajones. Entra también en los baños, comprueba que la achique bien el agua y no salga por la puerta, que el inodoro trabaje (no esté embozado) y que sale agua caliente del grifo, si las escotillas están abiertas ciérralas y comprueba que no haya malos olores que podrían indicar alguna tubería atascada.
Comprueba también el equipo de seguridad dónde se estiba y en qué estado está: extintores, manta contra incendios, detectores de humo, pirotecnia, chalecos salvavidas entre los más importantes.
Finalmente, no olvides los pañoles, el taller y revisar la sala de máquinas antes de salir a navegar para ver qué niveles hay en las sentinas, así como la limpieza de la zona del motor para poder ver posibles fugas una vez arrancados lo motores.
5. Verificación de la Estructura Exterior:
Comprueba el estado del cockpit (bañera en un velero), es donde pasarás mayor tiempo durante la navegación.
Recorre toda la cubierta y verifica que la zona de proa como la de popa estén en buen estado, tanto en el costado de babor como el de estribor. Aprovecha para revisar los aireadores y su estanqueidad con el suelo de cubierta. Inspecciona los candeleros, los pasamanos y las defensas, así como las bitas y las gateras por donde pasan las amarras estén libres de óxido. No descuides el estado del suelo de la cubierta, si es de teca que estén bien las uniones de las maderas (sikaflex) y sin levantarse las planchas. Aprovecha y abre todos los cofres y pañoles, revisa en qué estado están, te darán mucha información sobre el tipo de cuidado que ha tenido el anterior armador. No olvides comprobar el estado de las puertas y las escotillas, que sean estancas las gomas para evitar la entrada de agua en navegación con mar gruesa.
Si dispone de puente de navegación exterior, revisa el estado de la consola y los asientos, así como todos los equipos que incorpora.
Verifica los costados de la embarcación, te puede ser útil pedir al vendedor que abarloe la embarcación en la gasolinera del puerto y así te facilite la inspección visual.
Examina la proa de la embarcación, revisa que no haya golpes ni reparaciones mal hechas, así como el estado del ancla. Aprovecha para inspeccionar la caja de cadenas.
Luego, inspecciona el espejo de popa, muchas veces suele ser la zona de baño, comprueba si dispone de escalera y ducha y que funcionen correctamente.
Si la embarcación dispone de superestructura, comprueba el estado de las uniones y la pintura, pregunta de qué material es (en embarcaciones de acero, la superestructura suele ser de aluminio para reducir peso y mejorar la estabilidad dinámica en navegación, pero tiene que estar bien aislada para evitar oxidaciones).
También es importante revisar el estado del toldo solar, el correcto funcionamiento del bimini o del toldo antirociones y sus fundas.
Aprovecha y realiza un check-in de los equipos de seguridad que se encuentran en el exterior, entre ellos la balsa salvavidas, los aros salvavidas, línea de vida, radiobaliza satelital o el reflector de radar.
Si se trata de un velero, comprueba el estado del mástil y su tensión, así como la jarcia firme. Revisa también la botavara, y toda la cabullería. Comprueba los molinillos, así como las mordazas y si dispone de tangón, móntalo. Revisa también los carros de las escotas y cómo están las drizas, así como los rizos y los lazy jacks (si dispone). Desplega las velas para ver en qué condiciones se encuentran, si son antiguas es probable que tengan reparaciones (cosidos) y que la vida útil sea más bien escasa. Comprueba que el enrollador de la Génova o Foque permita desplegar y recoger la vela y que el grátil de la vela Mayor suba y baje sin dificultades por el mástil. Si dispone de otras velas, pide que las saque de la funda.
6. Prueba de Navegación:
No te limites a inspecciones en tierra firme; realiza una prueba de navegación. Esto te permitirá evaluar el rendimiento del barco en el agua, incluyendo la dirección, la estabilidad y la velocidad.
Una buena práctica durante la prueba de navegación es hacer un registro de los principales parámetros y que puedas comprobar también el consumo de combustible que la embarcación ha realizado.
Pide al vendedor que te permita revisar la sala de máquinas antes de salir a navegar, y comprueba los niveles de refrigerante y aceite, así como el nivel de agua bajo las sentinas y posibles fugas del motor.
Una vez encendido el motor, deja que alcance la temperatura de trabajo y comprueba el funcionamiento de los mandos y del timón, antes de soltar las amarras. Observa cualquier vibración inusual o ruido tanto a bajas como a altas revoluciones del motor, pues te pueden indicar un eje mal alineado o un slientblock del motor en mal estado.
Es importante realizar la prueba de navegación dentro de puerto, para comprobar la maniobrabilidad de la embarcación (timón, hélice de propulsión, hélice transversal).
Pero también una navegación en aguas abiertas donde puedas probar la velocidad de crucero, la máxima velocidad, así como la estabilidad (sin escoras). Navegando en rumbo fijo, prueba dejar caer la embarcación todo a babor y comprueba la curva de evolución. Luego repite la misma maniobra dejando caer a estribor. Si la embarcación es de una sola hélice, es normal que realice un círculo de menor diámetro en uno de los costados en función de si la hélice es levógira o dextrógira (giro hacia la izquierda o la derecha).
Acércate a una playa o una zona de poco calado para fondear y hacer la maniobra de tirar el ancla y comprobar la longitud de la cadena y el buen funcionamiento del molinillo y su freno.
Durante la navegación es el momento de comprobar que los equipos de comunicación y los sistemas de navegación funcionen correctamente. En esta prueba puedes ver si es una embarcación muy marinera (cómoda, que rompe bien las olas) o está diseñada para el planeo (dura, pero que alcanza altas velocidades), es un punto importante a tener en cuenta para tu elección.
Una vez regreses a puerto y estando ya amarrada, te recomendamos que vayas a la sala de máquinas de nuevo y revises si han habido pérdidas de aceite o líquido refrigerante del motor, así como si ha entrado agua en la sentina. Por último, revisa el interior de la embarcación, para ver si ha entrado agua debido a posibles filtraciones.
7. Documentación y Títulos:
Antes de finalizar la compra, verifica la documentación legal y los títulos de propiedad.
Asegúrate de que el vendedor tenga todos los documentos en regla y que el barco no tenga deudas pendientes. Esto garantizará una transición suave y legal de la propiedad. En caso de duda, puedes acudir a la Capitanía Marítima que te corresponda por provincia y preguntar por el estado administrativo que se encuentra la embarcación.
Puede ayudarte pedir la fecha de adquisición al vendedor mostrándote la factura de compra, así como las facturas de las revisiones y mantenimientos realizados durante el tiempo que ha estado bajo el anterior armador, tanto de motor y equipos auxiliares como de cubierta, casco y obra viva. Una embarcación con un mantenimiento preventivo, te ahorrará mucho dinero. Así que no dudes en pagar un poco más por una embarcación que esté en perfecto estado de conservación.
Te recomendamos consultar este artículo sobre los pasos legales para una compra-venta segura.
En conclusión, la compra de un barco de ocasión puede ser una experiencia emocionante, siempre y cuando se realice con precaución y diligencia. Al prestar atención a los puntos mencionados, podrás navegar hacia una compra segura y disfrutar de tu nueva embarcación con confianza en cada travesía. Si encuentras algún defecto o vicio oculto, te recomendamos comunicarlo al vendedor y negociar el precio o su reparación. Por último, no olvides reflejar por escrito en una cláusula del contrato de compra-venta todos los puntos que hayas detectado y los acuerdos llegados con el armador. ¡Que los vientos favorables te acompañen en tu emocionante travesía náutica!